GOBIERNO GENERAL NARVÁEZ
Con el gobierno del general Narváez se inicia la Década moderada. Aunque hubo un total de dieciséis gobiernos en diez años con unos setenta ministros alternando los puestos, en realidad la etapa está presidida por la figura de Narváez, auténtico hombre fuerte del partido, y en menor medida, por Luis Bravo Murillo. Narváez controló la vida política tanto como jefe de gobierno como cuando dejó de presidir el gabinete, bajo gobiernos ajenos. Fue el artífice de la Constitución de 1845 y de algunas de las principales reformas legales del periodo. Supo, además, controlar al Ejército y mantenerlo alejado de la vida política, salvo al final de la década. Reprimió con extrema dureza los movimientos de protesta populares, lo que le granjeó el apoyo de la Corona y de los terratenientes. Las medidas encaminadas a asegurar el control absoluto del poder político por los moderados (detenciones, cierre de clubes y periódicos..), fueron simultáneas a la convocatoria de elecciones a Cortes y a la elaboración de una nueva Constitución que permitiera establecer un sistema político acorde con los principios del moderantismo.
LA CONSTITUCIÓN DE 1845
La constitución de 1845, en teoría una reforma de la de 1837, es en realidad un texto nuevo que estuvo en vigor hasta 1869 y era un texto claramente conservador que impuso la ideología, las instituciones y el orden de los moderados. En el preámbulo se sustituye la soberanía nacional por la soberanía compartida (rey-Cortes). Además establecía una doble Cámara de representación:

-El Congreso de los Diputados. Se elige, mediante sufragio censitario, por los ciudadanos varones mayores de veinticinco años y con cierto nivel de renta. El rey nombra al presidente de la Cámara.
-El Senado. Los senadores son elegidos por la Corona con carácter vitalicio. Su número es ilimitado y sus miembros proceden de la nobleza y de la élite administrativa, militar y religiosa. Han de ser mayores de 30 años y disfrutar de rentas superiores a los 30 000 reales, salvo los títulos de Castilla, a los que se exigen rentas por encima de los 60 000 reales.
–Rey. Tiene iniciativa legislativa y nombra al jefe de Gobierno y a una parte del Senado.
–Administración local. Se elimina el carácter electivo de los alcaldes, que son nombrados por la Corona, aunque se mantieneel de los concejales.
–Milicia Nacional. Es desmovilizada y sustituida, más tarde, por la Guardia Civil.
–Relaciones Iglesia-Estado. Se reconoce el carácter oficial de la religión católica.
–Imprenta. Se reconoce la libertad de imprenta.
DESARROLLO LEGISLATIVO DEL ESTADO LIBERAL EN UN SENTIDO CONSERVADOR O MODERADO
Durante la Década moderada continuó el desarrollo legislativo del estado liberal en un sentido conservador o moderado:
–Ya en 1844 se suspendieron las ventas de bienes desamortizados y se devolvieron a la Iglesia los no vendidos.
–Se fijaron fuertes fianzas para poder publicar periódicos, en un intento de controlar a la prensa.
–En el mismo año se fundó la Guardia Civil ,mediante un decreto ministerial de González Bravo con el objetivo de proveer el buen orden, la seguridad Pública y a la Protección de las Personas y de las Propiedades.
–Una de las tareas en que más empeño pusieron los gobiernos moderados fue la de la unificación y codificación legal:
Código Penal de 1851 y el proyecto de Código Civil que, aunque no llegó a aprobarse, fue la base del posterior de 1889.
-Fortalecimiento de Gobernadores Civiles y Militares y de las Diputaciones. La Ley de Ayuntamientos de 1845 hacia depender a los alcaldes del poder central que serían nombrados por el gobierno o por las autoridades provinciales representantes de este. Se liquidaban los intentos progresistas de descentralización.
-Reforma (Mon y Santillana) de la Hacienda en 1845, que refundió los numerosos impuestos existentes en cuatro tributos esenciales, sobre la propiedad agraria, los bienes inmuebles y la actividad industrial (impuestos directos), y establece el de consumos (impuesto indirecto), que grava los productos básicos alimenticios y que afecta, esencialmente, a las clases populares
–Los moderados consiguieron restablecer las relaciones con Roma, muy deterioradas desde el inicio de la guerra carlista y sobre todo a raíz de la desamortización, la firma del Concordato de 1851 por el gobierno de Bravo Murillo significó la normalización de las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica. El Concordato incluía, por parte de Roma, la aceptación de las ventas de bienes desamortizados ya realizadas y el reconocimiento diplomático de la monarquía isabelina. A cambio, el Estado restituía a la Iglesia el resto de sus bienes, establecía una dotación de culto y clero en el presupuesto y reservaba a los religiosos la supervisión de la educación y la vigilancia y censura en materia doctrinal. El Concordato también regulaba la jurisdicción eclesiástica y la intervención del Estado en los nombramientos de la Jerarquía.
–El plan de estudios de Gil y Zárate (1845) estableció el modelo imperante en la España del siglo XIX, con tres niveles educativos (primaria, secundaria, universidad), centralizado en Madrid.
OTROS ASPECTOS CLAVE DEL DESARROLLO POLÍTICO DE LA DÉCADA MODERADA
En los primeros años el mayor problema fue el matrimonio de la Reina, finalmente casada con su primo Francisco de Asís. Fue un enlace de conveniencia política que amargó la vida de ambos y que marcó negativamente el carácter de Isabel II y su comportamiento político.
Otro conflicto serio fue la llamada segunda guerra carlista. En 1846, tras fracasar el intento de casar a Isabel II con el pretendiente carlista, se produce una insurrección en Cataluña. La falta de recursos y la incapacidad de extender la guerra llevó el intento al fracaso.
En 1848 se produce en España, como en toda Europa, una ola de levantamientos, manifestaciones y protestas revolucionarias. En el caso español se debieron más a la crisis económica, con su secuela de hambre y miseria, que a motivaciones políticas, si bien es cierto que progresistas, republicanos y carlistas estuvieron detrás. La respuesta de Narváez fue pedir y obtener plenos poderes de las Cortes, suspender las garantías constitucionales y emprender una durísima represión en las calles, culminada con docenas de fusilamientos.
La crisis política del moderantismo se precipitaría tras el intento por parte de Bravo Murillo, jefe de gobierno entre 1851 y 1852, de reformar la Constitución. Hombre ultraconservador y desconfiado de la política de partidos, presentó un proyecto de reforma que prácticamente significaba la eliminación de la vida parlamentaria, para entregar todo el poder al gobierno en un sistema que hubiera significado casi la vuelta al absolutismo. Tres semanas después de presentar su proyecto, en diciembre de 1852, ante la avalancha de críticas y protestas a la Reina, Bravo Murillo tuvo que dimitir. A este le suceden breves periodos de gobierno en las personas de Roncali (diciembre 1852-marzo 1853) y Sartorius (septiembre 1853-julio 1854) cada vez más ineficaces, aislados y que provocaron el descontento ante la corrupción. La crítica a la vida privada de la reina y su esposo Francisco de Asís, por parte de la prensa, los casos de corrupción en los grandes negocios, sobre todo los relacionados con la construcción del ferrocarril o las contratas del puerto de Barcelona, la subida del precio del grano, como consecuencia de exportaciones hechas a Inglaterra y el subsiguiente desabastecimiento peninsular, generan un clima de tensión política y social que desemboca en el pronunciamiento de 1854, que dio paso al bienio progresista.
Preguntas frecuentes para practicar
La Década Moderada (1844-1854) terminó con el pronunciamiento de 1854, el cual fue el resultado de un clima de creciente descontento político y social. La corrupción, los casos de especulación con el ferrocarril y el puerto de Barcelona, junto con la subida del precio del grano, generaron un fuerte rechazo al gobierno moderado, lo que desembocó en esta rebelión militar que dio paso al Bienio Progresista.
Durante la Década Moderada se promulgó la Constitución de 1845, que, aunque se presentó como una reforma de la Constitución de 1837, en realidad fue un nuevo texto con un enfoque claramente conservador. Este documento estableció la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, creó un sistema bicameral con un Senado elegido por la Corona y un Congreso de Diputados elegido por sufragio censitario, además de reforzar la centralización del poder con medidas como la designación de alcaldes por parte del gobierno. También estableció el carácter oficial de la religión católica y restringió libertades como la de imprenta.
El general Ramón María Narváez fue la figura dominante de la Década Moderada (1844-1854). Aunque hubo hasta dieciséis gobiernos distintos en estos años, con setenta ministros alternándose en el poder, Narváez fue el líder indiscutible del Partido Moderado y controló la vida política tanto cuando ejerció como jefe de gobierno como cuando lo dejó en manos de otros dirigentes afines. Fue el hombre fuerte del régimen y supo mantener el apoyo de la Corona y de los grandes propietarios, reprimiendo con dureza cualquier intento de oposición.
Narváez fue el principal impulsor de la Constitución de 1845, que consolidó un sistema político conservador. Además, llevó a cabo una serie de reformas destinadas a fortalecer el poder de los moderados, como el control de la prensa mediante fuertes fianzas, la centralización del poder con la reforma de los ayuntamientos en 1845 y la creación de la Guardia Civil para mantener el orden. También tuvo un papel clave en la represión de las revueltas y protestas populares, especialmente en 1848, cuando, tras una oleada de disturbios influenciados por la crisis económica, pidió plenos poderes a las Cortes y llevó a cabo una dura represión que incluyó numerosos fusilamientos. Mantuvo una política de acercamiento con la Iglesia, restaurando los bienes eclesiásticos no vendidos y firmando en 1851 el Concordato con la Santa Sede, que permitió restablecer las relaciones con Roma y consolidar el control de la Iglesia sobre la educación y otros aspectos de la vida pública.
Narváez fue el líder del Partido Moderado, la formación política que dominó la vida política durante la Década Moderada. Este partido defendía un sistema político basado en el orden, la centralización del poder y la limitación de las libertades, favoreciendo los intereses de la monarquía, la aristocracia y la Iglesia. Bajo su liderazgo, se establecieron reformas destinadas a reforzar el control del Estado sobre los municipios, la educación y la prensa, además de mantener una actitud represiva contra los movimientos progresistas y revolucionarios.