El sistema ideado por Cánovas era cerrado y amplios sectores políticos y sociales quedaban marginados: el carlismo, republicanismo, movimiento obrero y campesino, los regionalismos y nacionalismos periféricos de Cataluña, País Vasco, regionalismo gallego y valenciano.
EL CARLISMO
Desde su derrota en 1876 el movimiento entró en declive, Carlos VII fijó su residencia en Venecia. En este periodo se produjo la escisión de los carlistas integristas con fuerte arraigo en País Vasco y Navarra, que no deseaban la participación en la vida política y deseaban la intransigencia religiosa. A partir de 1888 triunfan las posturas más tolerantes que si apostaban por participar en la vida política y que contaban con el apoyo de la jerarquía católica. Eran los neocatólicos y se organizaron en el partido Unión Católica de Alejandro Pidal, que colaboró en algunos gobiernos de Cánovas.
EL REPUBLICANISMO
Se mantuvo dividido en tres grandes grupos:
-El llamado posibilista o republicano histórico que seguía a Castelar, su base social eran las clases medias y la burguersía y tenía mas apoyos en Andalucía, Aragón, Cataluña, Valencia y Asturias; deseaban una democracia conservadora y tras la aprobación del sufragio universal en 1890 se integró en el sistema renunciando a sus planteamientos radicales.
-Los federalistas que estaban mejor organizados y eran los más cercanos a las asociaciones obrera, buscaban un reformismo social y estaban liderados por Pi y Margall. Fueron los únicos que se mantuvieron unidos desde 1880 hasta 1931. Su base social era fundamentalmente urbana aunque con amplia implantación en el mundo rural andaluz y catalán. Sus militares eran laicistas y anticlericales partidarios de la descentralización.
-Los republicanos progresistas demócratas partidarios de acciones más subversivas y dirigidos por Ruiz Zorrilla.
Cuantitativamente la representación republicana en las Cortes durante todo el periodo fue escasa, sólo en el Senado se sentaron algunos posibilistas de Castelar.
EL MOVIMIENTO OBRERO

Entendido como actividad política y social de los obreros y campesinos para mejorar su situación y defender sus derechos se opuso frontalmente a todo el sistema de la Restauración. Sus posibilidades de acción fueron pequeñas debido a las limitaciones en las libertades de asociación, expresión y reunión. Además en el movimiento obrero existía una división en dos corrientes: anarquista y socialista.
EL anarquismo fue introducido durante el Sexenio por el italiano Giuseppe Fanelli, discípulo de Bakunin, fundador del anarquismo. El movimiento se reorganizó en 1881 creando la Federación de Trabajadores de la Región Española y tenía su mayor base social entre el proletariado catalán, Aragón, Valencia y el campesinado andaluz. Desde los años ochenta los obreros y campesinos anarquistas se inclinaron mayoritariamente por la vía pacífica como medio para defender sus intereses. Una minoría de radicales optó por la residencia violenta y los atentados, corriente mas frecuente en el campo andaluz destacando la organización secreta de la Mano Negra que sembró el terror en Andalucía . Estas acciones de huelgas violentas y atentados sirvieron a los grupos dirigentes para etiquetar de violento a todo el movimiento. Su mayor repercusión mediática llegó con el atentado que en 1897 acabó con la vida de Cánovas.
EL socialismo, en 1879 se fundó en Madrid el PSOE cuyo primer secretario fue Pablo Iglesias. Su implantación fue lenta y los mayores apoyos se concentraron en Madrid, Asturias, Vizcaya y Valencia. En 1886 se publicó por primera vez El Socialista como periódico oficial del partido. La crisis económica de 1887 llevó al PSOE a la fundación en 1888 de la UGT como sindicato del partido, cuya función era la defensa de los trabajadores. En 1890 se celebró por primera vez la Fiesta del Primero de Mayo.
LOS REGIONALISMOS Y NACIONALISMOS
Tuvieron su mayor auge a finales del siglo XIX. En todos ellos hay una identificación con una cultura específica y un rechazo al Estado centralista desarrollado con el sistema ideado por Cánovas. Las reivindicaciones nacionalistas fueron más fuertes y prematuras en Cataluña y País Vasco. Los regionalismos periféricos fueron manifestaciones de las medianas y pequeñas burguesías, más que de las altas colaboradoras en muchas ocasiones con el poder central. A medida que el fenómeno fue ampliando sus bases se incorporaron las burguesías dirigentes.
–Catalanismo. Los orígenes del catalanismo hay que buscarlos el la primera mitad el siglo XIX junto al desarrollo de una burguesía industrial y al movimiento cultural, vinculado al romanticismo, conocido como la Renaixença. Su finalidad era la recuperación de la lengua y las señas de identidad de la cultura catalana, pero carecía de aspiraciones y de proyectos políticos, siendo sus objetivos exclusivamente culturales. En la década de 1880 destacó Valentí Almirall, autonomista y no independentista que fundó en 1882 el Centre Catalá y que en 1885 impulsó el Memorial de Greuges (agravios) donde se denunciaba la opresión de Cataluña y defendía los autonomía catalana dentro de la monarquía española. En 1891 se creó la Unió Catalanista que dio a conocer las Bases de Manresa, el primer programa político del catalanismo mas conservador donde establecía la formación de unas cortes catalanas, el uso del idioma propio como el oficial y que los cargos públicos solo fueran ocupados por catalanas. En 1901 nace la LLiga Regionalista cuyas principales figuras fueron Francesc Cambó y Eric Prat de la Riva, partido conservador con apoyos en las clases medias y altas vinculadas a la industria catalana.

–Nacionalismo Vasco. Debe ser entendido como una reacción de los distintos sectores de la sociedad vasca ante el Real Decreto de 21 de julio de 1876 que derogaba sus fueros históricos, y que suponía la pérdida de les exenciones fiscales y militares de las que había disfrutado el País Vasco. Se materializa en 1895 con la fundación del PNV por Sabino Arana Goiri, de raíces carlistas y claramente conservador, expresión de los intereses agrarios y de la pequeña burguesía tradicionalista de Bilbao, la burguesía industrial se sentía bien representada en Madrid. Su lema era “Dios y ley Vieja”. Al principio sus planteamientos fueron muy radicales, posturas independentistas y antiespañolas, pero poco a poco fueron suavizando su discurso hacia fines más viables y prácticos: una autonomía lo mas radical posible dentro del Estado español. Pronto sus ideas arraigaron entre las clases medias que veían con temor el crecimiento del socialismo entre la clase obrera vasca.
El regionalismo gallego fue un movimiento más cultural que político. La ideología más significativa la recoge Alfredo Brañas en su obra “El Regionalismo” (1889), alejado de cualquier separatismo.
El regionalismo valenciano fue un fenómeno tardío y minoritario. En 1878 surgió la sociedad Lo Rat Penat, núcleo del nacionalismo cultural hasta el siglo XX. Vicente Blasco Ibáñez, en sus obras literarias también exaltó la cultura popular valenciana.
El regionalismo andaluz empezó a fraguarse en los movimientos cantonalistas de 1873. Para Blas Infante fue fundamental esta fecha para la formación de la conciencia andaluza en el marco de una República Federal.
Preguntas frecuentes para practicar
Se oponían el carlismo, el republicanismo, el movimiento obrero y campesino, y los regionalismos y nacionalismos periféricos (Cataluña, País Vasco, Galicia y Valencia).
Era un sistema cerrado, ideado por Cánovas, que marginaba a amplios sectores políticos y sociales.
Los partidos republicanos (posibilistas, federalistas y progresistas), el carlismo (con escisiones como los integristas y los neocatólicos), y partidos regionalistas y nacionalistas como la Lliga Regionalista en Cataluña y el PNV en el País Vasco.
Antonio Cánovas del Castillo.
Un movimiento político tradicionalista y monárquico que entró en declive tras su derrota en 1876.
En sus distintas ramas, defendía la monarquía tradicional, el catolicismo y los fueros.
A Carlos VII, aunque con el tiempo el movimiento se dividió en facciones con posturas diferentes.
Dependía de la facción:
·Los posibilistas buscaban una democracia conservadora.
·Los federalistas defendían el reformismo social y la descentralización.
·Los progresistas apoyaban acciones más subversivas.
-Castelar lideró a los posibilistas.
-Pi y Margall lideró a los federalistas.
-Ruiz Zorrilla lideró a los republicanos progresistas.
Creían en la república como sistema de gobierno y en distintos grados de reforma social y descentralización.
Es la actividad política y social de los obreros y campesinos para mejorar su situación y defender sus derechos.
·Anarquismo, introducido por Giuseppe Fanelli.
·Socialismo, con la fundación del PSOE en 1879 y la UGT en 1888.
Catalán, vasco, gallego, valenciano y andaluz.
Un movimiento que reivindica la identidad cultural y política de distintas regiones dentro de España.
En Cataluña, comenzó como un movimiento cultural con la Renaixença y luego adquirió contenido político con las Bases de Manresa.
En el País Vasco, surgió como reacción a la abolición de los fueros, con la fundación del PNV en 1895.