BIOGRAFÍA ROSARIO DE ACUÑA Y VILLANUEVA

Nació en Madrid el 1 de noviembre de 1850. Tuvo graves problemas de visión toda su vida. A pesar de esto se pudo educar en un colegio de monjas. Contrajo matrimonio a los 25 años, del que se separó rápidamente por repetidas infidelidades.

Su carrera literaria se inició brillantemente como poeta y dramaturga. Fue la segunda mujer que estrenó en el teatro Español de Madrid, algo que sólo había logrado antes Gertrudis Gómez de Avellaneda. En 1891 estrenó en el teatro de la Alhambra de Madrid su drama anticlerical  «El padre Juan´´, tuvo que crear su propia compañía y alquilar este teatro para poder ponerlo en escena ya que ninguna otra compañía se atrevía. Sin embargo, a pesar de haber superado la censura previa y contar con el permiso pertinente, el gobernador de Madrid ordenó la clausura del teatro y la interrupción de las funciones. A pesar del escándalo, dos años más tarde volvería al teatro Español con «La voz de la Patria´´.

En 1911 indignada ante la noticia de que un grupo de estudiantes había atacado a dos universitarias, escribió una carta a su amigo Luis Bonafoux editor de El Internacional, en París. Es también reproducido en los periódicos El Heraldo de Madrid y en El Progreso de Barcelona. Esto causó tal escándalo que los estudiantes que causa una huelga de estudiantes cerrando todas las facultades españolas ante tal ofensa a los estudiantes. Ante la perspectiva de ir a prisión, Rosario tuvo que exiliarse en Portugal y tras cuatro años regresó del exilio gracias al indulto propuesto para ella por el conde de Romanones. Falleció a causa de una embolia cerebral en su casa de «La Providencia», en Gijón, el 5 de mayo de 1923.

RESUMEN DE SU OBRA «EL PADRE JUAN»

La acción de esta obra de teatro se desarrolla casi en veinte días de un mes de octubre de la «época actual» (1891), en Samaniego, pequeña e incomunicada aldea de Asturias. La historia de «El padre Juan´´ presenta dos mundos antagónicos: el de la hipocresía, la superstición, el fanatismo, la ignorancia y la maldad, todo ello disfrazado por la fe, mundo que se encarna en las gentes de Samaniego y en su tutor el padre Juan. Frente a ellos, Ramón de Monforte e Isabel de Morgovejo, en quienes se funde el anhelo de progreso y el amor. La obra nos presenta los días previos al enlace matrimonial, por lo civil, entre Ramón, joven ingeniero formado en el librepensamiento, e Isabel, mujer de origen noble.

Por las primeras escenas conocemos la envidia y el menosprecio que el pueblo siente hacia la pareja, especialmente hacia Ramón, a quien no perdona su matrimonio fuera del ámbito eclesiástico. El pueblo, singularizado en los personajes de Diego, Consuelo y Braulia, rechaza de modo absoluto los propósitos de Ramón, a pesar de que éste ha decidido colaborar al progreso de Samaniego con la construcción de un hospital, un asilo, una escuela, etc., y su madre, D.ª María de Noriega, ha dispuesto celebrar la boda de su hijo con numerosas prebendas: alimentar a los más desfavorecidos durante un tiempo, librar de quintas a los jóvenes de la aldea y proporcionar una generosa dote a las mozas casaderas. Pese a todos estos beneficios, la gente del pueblo, incitada por el padre Juan, se enfrentan a Ramón, tomando como pretexto que es hijo adoptivo de D.ª María, cuando en realidad es su propio hijo, fruto, en su juventud, de una relación engañosa con un desaprensivo que, en América, ya estaba casado con una rica anciana, y que, al correr de los años, reaparece convertido en el intrigante padre Juan. Cuando Ramón pretende derribar la ermita de Santa Rita, que le ha vendido el obispado asturiano, el pueblo, empujado por la ignorancia y la superstición, lo asesina con la aprobación del sacerdote, que no es otro, como hemos dicho, que su progenitor.

Preguntas frecuentes para practicar